jul
18
El noventa y tanto por ciento de abstención en sus primarias, debió ser una llamada de atención a la oposición venezolana....alerta que sigue allí, señalando errores y demarcando el camino que pareciera, algunos no terminan de encontrar. Una conducción sujeta al “directivismo”, sin estructura de liderazgo, sin representatividad trascendente capaz de legitimar su actuación, con los espacios conculcados, con las estructuras partidistas apolilladas, sin presencia popular, con los “veteranos” agarrados de la anoréxica ubre, ausentes del ánimo de la gente, de sus necesidades, de sus luchas, de su proximidad… negados a cualquier posibilidad de relevo, revisar su mensaje, o reconocer en otro las propias carencias…ha venido cediendo cada vez más su rol de contrapeso en medio del desatino y en ese tratar de revivir, sin mayor esfuerzo, pasados más leves.
Una campaña electoral sin planteamientos de fondo, sin presencia determinante, agenda estratégica, ni “promesa básica” uniforme y atractiva, desarticulada en cuanto a la “oferta unitaria” más allá del esfuerzo que cada candidato hace; dependiendo de los votos que pueda darle el representar lo contrario a Chávez como único argumento…mal puede sembrarse con permanencia en el ánimo de la gente.
Reconocer que solo “unidos” (¿?) pueden derrotar a Chávez, es enviarle al país un mensaje de la fortaleza de éste. Es dar por sentada la propia carencia. Es renunciar, innecesariamente, a la requerida recuperación de sus partidos políticos. Es darle una palmadita a la abstención como consecuencia de quienes piensan que no hay nada que hacer. Descartar “la ofensiva” y asumir solo “la defensiva” ha sido la premisa inconveniente que como conducta reiterada han mantenido en la “confrontación” a lo largo de “este proceso”.
Más allá del evento eleccionario, o en todo caso para poder asistir a cualquiera de ellos con posibilidad real de triunfo, hay que ocupar los espacios que han dejado abandonados. Rehacer los partidos. Reconstruir los liderazgos de cada tendencia y de cada pensamiento. Buscar más allá de las directivas partidistas. En los nuevos escenarios y en sus nuevos actores. Sin camisas de fuerzas que justifiquen una unidad mal entendida. Sin que sea el odio o la venganza quien alimente el proyecto político. Sin que haya que solicitar “permiso” para salir a defender ideas desde la tribuna que sea, o desde el cargo de elección popular que se estime necesario…están obligados a reconstruir una mayoría para poder pensar en algún éxito. Más allá de lo formal. Más allá de lo netamente aparente. Mucho más allá del coyuntural conteo de un sufragio en particular.
Criticar a quien quiera perfilarse del cupular acuerdo, o a quien difiera de su desempeño solo porque “rompe o lesiona la unidad”; es como confirmar que hay quienes hasta ahora, en la oposición, “ni lavan ni prestan la batea”.
El camino de la competición democrática está lleno de altibajos, aunque éstos pueden ser previsibles. El éxito o la derrota dependen de los niveles de confianza o de “la posibilidad de bienestar” que los líderes puedan transmitir a los liderados, pero también de la reciedumbre que puedan mostrar para defenderlos ante la adversidad por muy grave que ésta sea. Nadie con flaquezas, reservas o miedo, va a lograr que le sigan. Por ello siempre los gobiernos tienen una ventaja frente a la oposición, pues manejan los recursos...ventaja que, históricamente, solo puede ser vulnerada cuando se activan los mecanismos de la esperanza. Cuando se es capaz de transmitir que aún se puede estar mejor, “mostrar” a quienes puedan generar confianza; con quién se logrará conseguir lo ofertado… retomar la iniciativa matrizando la opinión, originando el discurso, demarcando los espacios, fijando la agenda… y llevando al contrincante al terreno de discusión que su estrategia, requiere. De eso se trata. De reconstruir en el electorado a base de confianza, de realidades, de liderazgo, incluso de “heroicidades” una mayoría afecta. Una mayoría actuante. Una mayoría irreversible. Para ello, se necesitan solo pocas cosas…tener ganas, escoger la gente adecuada sin mezquindades, apartar temores o reservas, patear la calle y dar el primer paso...así de sencillo.
PATIBULARIO
• Lamentable "el espectáculo" entre autoridades al que hemos asistido en la semana que termina....Si lo que cada uno dice del otro es verdad...entonces, sálvese quién y cómo pueda! Vergüenza debería dar a algunos justificar a los suyos, esgrimiendo que son los menos malos...dónde hemos llegado! Además de no lucir como una discusión entre quienes deberían garantizar la verdad descubriendo a los culpables...parece más bien una pelea para inferir al contrario el mayor daño político satisfaciendo, de paso, algunas venganzas. Trágico que, a quienes debemos respeto, tengamos que verlos irrespetándose ellos mismos!
• No es bueno para la justicia, ni para quienes la imparten, que el ciudadano a quien pretende servir… dude, mayoritariamente, del carácter imparcial de sus decisiones
• Me dicen que la mayoría de los propietarios de Hummer en la ciudad, no aguantan una revisión… de la legitimidad de los ingresos que les permitieron adquirirlas….
• ¿Él se irá de PJ por los viejos roces con Borges…o por los nuevos roces con su tocayo Falcón?
• El CNE en Lara, frente a una denuncia roja….le dio la razón a los azules. Iván y que decía: ¿qué hiciste papaíto???
• Regresa la Doña, después de un marcado paréntesis de ausencia....del que se han tejido numerosos comentarios internos...
• Según sus avisos....la solución para algunos, de los graves problemas larenses, radica en lo que el pulpo decida...qué mala suerte tienen, pues Paul se jubiló.
• El gobierno está logrando sustituir la discusión sobre la podredumbre, por la de la confrontación con la Iglesia...qué vaina con la mesa!
• Si bien a algunos honorables se les aleja el cielo; aseguraron “La Turma de Oro” por "sus destacados malabarismos testiculares"
Diario El Informador 18.07.10
Controversia
Lic. Víctor M. Barranco C.
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